Roxana Crisólogo




Nació en Lima en 1966. Publicó los poemarios Abajo sobre el cielo (1999), Animal del Camino (2001) y Ludy D (2006). Forma parte del Programa de Estudios sobre Democracia y Transformación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y de la Red por la Democratización Global (NIGD).


te imagino vendiendo chucherías
contándole a la gente lo lindo
lo maravilloso que es vivir en el Perú

vendiendo en un idioma que no existe
un país que tampoco existe

puedo ver a mi hermana vendiendo
en un pueblo de nombre impronunciable
compitiendo con turcos alegres
hábiles vendedores de baratijas
entre alfombras y sedas

la estudiante de cabello largo
la muchacha pobre de San Juan de Miraflores
(cerca de lo que algún día con suerte
llegará a ser un tren)

vendiendo como quien se vende a sí misma
como quien recupera una parte
de su orgullo perdido

exigiendo el precio más alto

dientes blancos
que llamará collar de piraña y ella luce
con verdadera dignidad

piel marrón de huaco
que conseguirá admiren

mirada de bronce como la de los embrutecidos
en las minas
manos enrojecidas por el trabajo negro

tú les dirás que es su color natural


aquí no se escucha cumbia
aquí no se escucha nada
y cada paso de baile es un cuento chino
una pisada de pies

una mezcla de tragos
y lo que los latinos
despreocupadamente
ordenan
y me hará volar

los latinos
el guetto de los colores

algunos
fugamos en el heavy metal
que se escucha como un idioma secreto
detrás del baño

los latinos
bailan algo parecido a este sótano
sin luz
algo más o menos cercano
a un desierto

bailan
yo solo escucho la música
que poco a poco
va adquiriendo una forma siniestra

pocas cosas quedan claras
a esta hora
que besamos
las manos frías de las conversaciones
con risas intrusas

intrusas como queríamos ser
frente a la parquedad del vodka

a la inevitable intromisión
de una cerveza

Hace falta una rockola
que diga las cosas desde el corazón

hace falta un viento fuerte
hacen falta
cortes de luz

hace falta algo
que le ponga orden
a esta pesadilla de bailar sola